Si todos los profesores plantearan esta pregunta a sus alumnos antes de empezar cada unidad, todo cambiaría a nivel educativo. Estaríamos partiendo de los intereses de los alumnos. Tan sencillo como esto.
Uno de los requisitos fundamentales de un ABP es comenzar con dos preguntas: ¿Qué sabemos? ¿Qué queremos saber? Esto será la base de la evaluación del proyecto. ¿Qué ha ocurrido durante el proceso entre lo que los alumnos ya sabían y lo que querían saber? Esto es aprendizaje. Aprendizaje no impuesto.
Parte de estas dos preguntas y sitúa las respuestas en un lugar visible para que en todo momento puedan acordarse de lo que sabían, de todo lo que están aprendiendo y lo que les queda por averiguar.
Este es un inicio sencillo pero que multiplicará la eficacia del mismo.
Debemos partir de los intereses de nuestros alumnos.
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