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domingo, 12 de marzo de 2017

¿EMPEZAMOS? SI (III): Siéntate contigo mismo

Necesitas un tiempo con tu programación delante. O mejor dicho, siéntate a programar un proyecto dentro de tu programación. Tienes que elegir los objetivos que quieres cubrir, contenidos que dar, competencias que adquirir y estándares que conseguir. No es complejo. Solamente puedes encontrarte con un gran problema y enemigo de nuestra metodología: el libro. Las propias editoriales están cambiando viendo la que se le avecina: su desaparición. Si todo el mundo está de acuerdo que el Aprendizaje Basado en Proyectos (AbP) es una de las metodologías hacia donde nos tenemos que dirigir y los expertos en AbP aseguran que el libro entorpece la elaboración de proyectos, no tenemos otra elección. Aún así, podemos imaginarnos que todavía no te has desecho de él. Vísteme despacio que tengo prisa: tenemos que ser sensatos y tratar de ir poco a poco; si llevamos trabajando mucho tiempo con el libro de texto, seguramente costará trabajo dejarlo. Por lo tanto, planteémonos para poder empezar a trabajar las dos opciones. 

En ambos casos necesitamos decidir para qué edad y curso va destinado y la asignatura de la que vas a partir. 

Si no te has desecho del libro, con él delante, debes decidir qué contenidos vas a utilizar del mismo (pudiendo utilizar éste como “enciclopedia” para consultar durante el periodo de búsqueda de información). Una vez elegidos los contenidos, es buscar el resto de ítems para hacer tu gran cuadro de proyecto con objetivos, competencias, criterios de evaluación y estándares de aprendizaje; seguramente el libro te facilita todo. Plantéate una temporalización: planifica entre 10 y 12 sesiones para empezar. Digo planificar porque no es lo mismo que programar. Según la R.A.E., el primero va ligado a la planificación y, por lo tanto, se trata de establecer un plan de gran amplitud y una temporalización más abierta; programar va relacionado con algo muy concreto temporalmente como una máquina o la programación de espectáculos. Creo que la elección de utilizar una planificación nos permite cierta apertura temporal que necesita cualquier proyecto. Por lo tanto, comenzar con un pequeño proyecto, nos asegura mayor tranquilidad para poder seguir trabajando con el libro de texto. 


Si por lo contrario ya te has desecho de él, tienes que remitirte directamente al decreto que regula tu comunidad autónoma y seleccionar los estándares de aprendizaje que vas a querer cubrir para relacionarlos con los criterios de evaluación, competencias, objetivos y contenidos. En este momento, debes de poner el foco en las competencias que tus alumnos van a conseguir adquirir. Además de las que refleja la ley respecto a los estándares de aprendizaje, verás como al final del proyecto los alumnos han adquirido muchísimas más competencias relacionadas con las competencias de aprender a aprender, social y ciudadana, digital y sentido de iniciativa y espíritu emprendedor. No mencionamos aquí la competencia que los fabricantes de la ley deciden que no aparezca aunque debería ser base de todas las demás y que, gracias al AbP, los discentes consiguen reforzar: la competencia emocional. Si necesitamos gente creativa, innovadora, crítica e independiente con habilidad de conectar, debemos reforzar y poner en primer plano de nuestras programaciones las competencias anteriormente mencionadas. Es por eso que veremos que nos faltan estándares para completar todas las competencias que los alumnos van a adquirir a lo largo de tu proyecto. 

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