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viernes, 20 de enero de 2017

VISTEME DESPACIO QUE TENGO PRISA (II). Profesor dinamizador


Ahora que ya has pasado tus primeros días de cambio pensando la manera de mejorar tu estado socio-emocional y observando más a tus discentes, seguro que la sensación es diferente. Quizá no hayas podido conseguir mucho puesto que seguimos con la misma metodología y, como podemos observar, los niños siguen desatentos a tus explicaciones. Vamos a incorporar quizá algo nuevo para ti como profesor pero que lleva muchos años utilizándose en el ámbito de la animación, ocio y tiempo libre, juventud,…Son las dinámicas de grupo.  

¿Tienes un ambiente apropiado en el aula para que se desarrolle de manera íntegra el proceso enseñanza-aprendizaje? O dicho de otra manera: ¿estás cómodo dentro de clase? ¿te sientes incomodo cuando estás con el grupo de alumnos? ¿notas entre ellos vínculos positivos? ¿cómo es el ambiente general de tu aula?

Todos los profesores deberíamos de conocer y manejar con soltura un grupo de actividades y dinámicas que sirven para que exista un clima apropiado dentro del aula. No solo las utilizamos para que ellos se sientan mejor con el resto de compañeros y consigo mismos, las dinámicas de grupo también sirven de nexo entre profesor y alumno. Recuerda siempre que si tu les haces sentir bien, automáticamente aparecerá un sistema recíproco de bienestar entre unos y “otro”. La realización de un proyecto conlleva muchos cambios en el aula y la relación docente-discente/ discente-docente/ discente-discente es un pilar fundamental.

Es un paso para acercarte a ellos y, a la vez, conseguir un ambiente de clase adecuado. A continuación planteamos tres dinámicas para utilizar ya.

Según Puyolàs (2014) las dinámicas de grupo son “ El conjunto de operaciones y elementos 
que actúan como fuerzas que provocan un determinado efecto en los alumnos, en función de las necesidades de un momento dado en un grupo determinado: que los alumnos se conozcan mejor, que interactúen de forma positiva, que estén motivados para trabajar en equipo, que tomen decisiones consensuada,…” 

Los cinco sentidos 

Estamos acostumbrados a dar por hecho que los alumnos se conocen entre si porque llevan muchos años juntos en clase. Esta afirmación suele ser incorrecta porque quizá si saben varias cuestiones como, por ejemplo: qué notas saca su compañero, si es introvertido o extrovertido,…Son pocos al final los detalles que sabemos de nuestro compañero de clase porque si no está dentro de nuestra pandilla de amigos no deja de ser un mero compañero que se sienta en un pupitre dentro de tu mismo aula y que se limita a contestar preguntas sobre contenidos de las materias que se están cursando (como mucho puedes saber si corre más que tu o no porque en Educación Física si que nos levantan de la silla). Por eso, debemos de utilizar dinámicas para saber algún detalle más de tus compañeros que quizá coinciden contigo en cosas que nunca te habías planteado. La actividad comienza con un folio en blanco cada uno donde van escribir sobre los cinco sentidos respondiendo a las siguientes cuestiones: 

  1. ¿Qué te gusta ver? 
  2. ¿Qué te gusta saborear?
  3. ¿Qué te gusta tocar?
  4. ¿Qué te gusta oler?
  5. ¿Qué te gusta escuchar?

Tras responder a las cinco preguntas de manera individual, es el momento de que conozcan a cinco personas diferentes que coincidan con ellos en una de las cinco respuestas (cinco personas diferentes que tengan la misma respuesta que tú en una de las cinco preguntas). El primero que consiga esas cinco personas, ganará (con una chuchería de premio será suficiente…). Se conseguirá un ambiente embarullado que les hará divertirse a la vez que conocen un poco más a sus compañeros. No es normal que tengan este ambiente en clase y eso les va a sorprender y agradar. Además, es muy gratificante para ellos ver como tienen cosas en común con personas que quizá pensaban no tenerlas. Duración: 10-15 minutos

Confía en mi

La siguiente dinámica sirve para saber si confían en si mismos y sus compañeros. Cuando se está trabajando en grupo, la confianza en el resto de compañeros es fundamental; tanto o más que la confianza en ti mismo. Ambas son pilares fundamentales del trabajo por proyectos y dos objetivos clave para conseguir con este tipo de metodologías. Son varias actividades encadenadas con una dificultad gradual entre ellas. 

En primer lugar, necesitarás algo para que se venden los ojos (la mitad de alumnos respecto  al número de clase puesto que comenzarán trabajando por parejas; es importante que las parejas estén niveladas por peso). Uno de los dos se venda los ojos y el otro no. Consiste en caminar por todo el espacio únicamente siendo guiado por el compañero que no lleva los ojos vendados. En un principio le guiarán con las manos en los hombros pero, poco a poco, irá retirando una mano y posteriormente la otra hasta conseguir que confíes en él sin ninguna sujeción: únicamente la confianza en ti. Posteriormente se cambiarán los roles de la pareja. 

En segundo lugar, vamos a ir un poco más allá. Ahora realizaremos una actividad donde la confianza en ti mismo y los miedos serán los protagonistas. Colocados por parejas (la misma pareja que en la anterior actividad) en dos círculos concéntricos mirando ambos hacia dentro. Uno de la pareja se colocará delante y el otro detrás con intención de sujetarle. El objetivo es conseguir que el que está delante se lance para atrás con los ojos cerrados. El de detrás deberá sujetarle con las dos manos pegadas a la espalda y poco a poco ir separándolas hasta conseguir que se deje caer casi hasta el suelo (por este motivo las parejas deben estar niveladas por peso desde el comienzo de la dinámica). Duración: 10-15 minutos


La pinza 

En esta dinámica solamente necesitas una pinza de tender la ropa. Algo muy simple pero que cambia el ambiente socio-emocional de cada día de proyecto. Consiste en que el profesor decore y pinte dicha pinza de una manera especial pensando en algún alumno de la clase que merezca ser reforzado porque ha estado haciendo algo bien. Ese día tú entregarás tu pinza al alumno y, a partir de ahí, este último tendrá que pensar para la siguiente clase a quién le dará otra pinza que decorará en casa pensando en él. De esta manera, en el primer momento de la clase el encargado de decorar la pinza, se la dará (siempre explicando por qué) a quien corresponda. Se formará una cadena de favores verbales en positivo. Si en algún momento vemos que alguien no va a recibir pinza, actuaremos para introducir otra pinza en la cadena con la excusa de que están trabajando muy bien (o algo similar).




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